Información y debate sobre temas actuales de arte, cultura y religión.

El arte tiene materia y forma pero sobre todo una forma material artistica.

Donde se den cita reflexiones y opiniones desde distintos puntos de vista.

El arte es lo más bello que existe y Dios es el primer artista... su gran obra es la vida.

viernes, 3 de diciembre de 2010

COR IESU. La historia de una devoción.

COR IESU.
La historia de una devoción.
Del 18 de diciembre 2010 al 16 de enero de 2011.
Seminario Diocesano de Valladolid




COR IESU es una exposición sobre la historia de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Repasa, de manera concisa, los hitos más importantes de la tradición a esta devoción tan popular que goza de una gran acogida y culto en nuestro país y en concreto en nuestra ciudad de Valladolid.


Trata de ser un estudio general de la evolución del culto al Sagrado Corazón de Jesús, abordando el tema desde un perspectiva histórica y contando con obras originales, la mayoría no expuestas nunca al público.


La exposición se encuentra entre dos coordenadas adecuadas y oportunas, vinculadas al divino Corazón. El adviento como tiempo de espera de la Venida de Cristo y del Reinado perpetuo de su Corazón; y el Seminario Diocesano, lugar con un significado eclesial importante, es el Corazón de la Diócesis. Además se adscribe dentro de un año importante en el culto al Corazón de Jesús, la beatificación P. Bernardo Francisco de Hoyos, apóstol del Corazón de Jesús en España.


El título escogido para esta muestra es COR IESU. Es el nombre latino que recibe el Sagrado Corazón por los místicos. Hemos elegido este nombre, adhiriéndonos al significado que expresa el P. Bainvel –que escribe sobre Sta. Margarita– diciendo que “el Corazón Sagrado de Cristo es un corazón material y verdadero, pero es considerado como el símbolo de su amor, como símbolo de todo lo íntimo de Jesús, amable y amante: sus sentimientos, sus afectos, sus virtudes”. Y por ello no podemos dejar de citar también a Sto. Tomás quien dice que “al igual que al fuego le es propio y natural el quemar, al Corazón le es propio y natural el amar”. Por eso el objeto de la exposición es mostrar la trayectoria que ha tenido esta devoción desde los primeros años de la historia de la Iglesia hasta nuestros días.


Se distribuye en cuatro ámbitos donde se muestran obras de indudable calidad y se aprecian aspectos importantes para entender mejor lo que significa esta fe en Jesucristo, que se a plasmado en el arte. El recorrido parte del origen de la devoción cimentada directamente en La Palabra de Dios. Después se trata la iconografía del Sagrado Corazón con unas obras sobre el tema y una variante en la que aparece un nuevo objeto de culto: El Inmaculado Corazón de María. Posteriormente se tratan los Santos más relevantes que han extendido esta devoción. Y finalmente se resume la figura del reciente Beato P. B. Fco. Hoyos.


Las obras de arte que ilustran el desarrollo histórico del Corazón de Jesús, son inéditas en algunos casos, casi nunca vistas y expuestas al público por su ubicación original o por su reciente hallazgo. Entre las obras que destacan y se exponen por primera vez se encuentran: un Crucifijo atribuido a Juan de Balmaseda de la primera mitad del s. XVI, una Vita Cristi et Sanctorum editada en 1526 cuyos grabados son de gran interés para el estudio de la iconografía religiosa y un ejemplar de la 1.º edición del Tesoro Escondido del Bto. P. Hoyos de 1734.



martes, 9 de noviembre de 2010

Una aproximación general a la iconografía de la Cruz

A propósito de la visita de la Cruz de los Jóvenes a nuestra Diócesis, quisiera hacer una pequeña reflexión entorno a la simbología de este elemento iconográfico que se repite en muchas civilizaciones de la antigüedad y que se mantiene a través de los tiempos con variación iconológica según la civilización o religión que represente la Cruz, que para nosotros es imagen de la Redención de Cristo

Como símbolo mágico�religioso, la cruz puede representar las estrellas (especialmente el sol; así, la esvástica, cruz en forma de rueda), el viento, el tiempo, los árboles (como árbol de la vida), hombres y animales, así como objetos de culto.


 
En el complejo simbolismo de la cruz, que no niega ni sustituye, sino, ratifica su sentido histórico en la realidad del cristianismo, entran dos factores esenciales: el de la cruz propiamente dicha y el de la crucifixión o estar sobre la cruz.

En primer lugar, la cruz se ofrece como una derivación dramática, como una inversión del árbol de la vida paradisíaco. Por ello, en la iconografía medieval, la cruz es representada muchas veces como árbol con nudos y hasta con ramas, a veces en forma de Y, y otras en forma espinosa. Cual acontece con el árbol de la vida, la cruz es un eje del mundo. Situada en el centro místico del cosmos, es el puente o la escalera por los que las almas suben hacia Dios. En algunas variantes, la cruz tiene siete escalones, como los árboles cósmicos que figuran los siete cielos. Consecuentemente, la cruz establece la relación primaria entre los dos mundos (terrestre y celeste), pero también, a causa del travesaño que corta la línea vertical que corresponde a los citados significados (eje del mundo, símbolo del nivel), es una conjunción de contrarios, en la que casan el principio espiritual y vertical con el orden de la manifestación y de la tierra; de ahí su transformación en sentido agónico de lucha y de instrumento de martirio. A veces la cruz aparece en forma de T, para resaltar más la oposición casi igualada de dos principios contrarios.

En algunas tradiciones en que aparece la cruz como símbolo del fuego y del sufrimiento existencial, puede deberse a que sus dos maderos se relacionan, en su origen, con los empleados para producir la llama, a los que se considera por los primitivos como masculino y femenino. Pero el sentido de conjunción prevalece. La determinación más general de la cruz, en resumen, es la de conjunción de contrarios: lo positivo (vertical) y lo negativo (horizontal); lo superior y lo inferior, la vida y la muerte. En sentido ideal y simbólico, estar crucificado es vivir la esencia del antagonismo base que constituye la existencia, su dolor agónico, su cruce de posibilidades y de imposibilidades, de construcción y destrucción.

Más adelante analizaremos la iconografía propiamente Cristiana de la Cruz. La Cruz nos identifica a los cristianos.

martes, 5 de octubre de 2010

Quien ha de llenarse de Dios ha de vaciarse uno mismo

Con motivo de la exposición “Oteiza: 1935-1975. La casa del Ser”, que durará hasta el 17 de octubre en la Sala Municipal de Exposiciones de la Iglesia de las Francesas, que os invito visitar, quisiera compartir una reflexión en torno al arte religioso contemporáneo y actual.

Valladolid acoge una exposición antagónica del escultor vasco Jorge Oteiza que repasa los distintos periodos creativos del artista entre 1935 y 1975. Las 87 obras, esculturas y dibujos, que se exponen provienen de los fondos de la fundación que lleva el nombre del escultor. La exposición pretende mostrar la múltiple y heterogénea dimensión ética y estética de este creador, considerado el padre de la escultura española reciente, que encarnó virtudes de un gran artista total: creador, pensador, crítico, filólogo, experimentador con la música y el cine, además de antropólogo y político.

Una de las partes de la exposición está dedicada a la obra que realizó para la fachada de la basílica franciscana de Aránzazu que se le encargó a mediados del siglo pasado. En la exposición se pueden ver estudios de las piezas.

Pero quisiera analizar las consecuencias intelectuales de la obra.. En 1950 se le adjudicó la estatuaria del santuario guipuzcoano, proyectada por el arquitecto Fco. Javier Sáenz de Oiza, momento en el que estaba inmerso en la abstracción, la cual tuvo que abandonar desgraciadamente. Este encargo le supone renunciar a muchos de sus hallazgos novedosos y enriquecedores para dedicarse a la representación religiosa, la cual no conjugaba con la estética moderna del momento.

La espiritualidad del arte de Oteiza, no fue bien interpretada por las instituciones eclesiásticas, lo que desembocó en que la una de las comisiones pontificias paralizara la obra. Se referían a la heterodoxia de la iconografía del friso de los Apóstoles, porque Oteiza representó catorce y no doce, y a la estética vanguardista del momento. Finalmente el Papa Pablo VI interviene acertadamente para retomar el proyecto y reanudar las obras en 1968. Pero la pregunta y el debate estaban sobre la mesa: ¿por qué catorce apóstoles y no doce? Oteiza dijo en alguna ocasión: “si hubieran cabido más, más hubiera puesto”. En efecto, no se trata de la representación estricta del Colegio Apostólico sino la aspiración espiritual de la comunidad religiosa abierta al cielo y a la tierra, la cual su número no debe dejar de crecer, sino que debe aumentar. Hay que tener en cuenta el contexto histórico-religioso en que nos estamos moviendo, es un momento de especial reflexión, estamos en los marcos del Concilio Vaticano II.



Pero si de verdad hay una pieza que es realmente interesante, es la obra maestra de escultura que representa a La Piedad, que corona la fachada de la entrada del templo de Aránzazu, y de la que se puede contemplar un estudio de aluminio en la exposición. Es una representación original en la composición y en el tratamiento del tema. La Virgen no sostiene a Cristo muerto en sus brazos recién bajado del madero, como se puede contemplar en numerosas representaciones de la escena en la tradición iconográfica y que da lugar a una tipología de escena que se denomina El llanto sobre Cristo muerto, sino que el Hijo yace a los pies de María, está muerto, inerme, vencido. Hay varias interpretaciones respecto de la actitud de la Madre. Una de ellas, quizá la que más se acerque a la espiritualidad de Oteiza: es el ofrecimiento que hace la Madre del Hijo al peregrino. Los brazos extendidos de la dolorosa parecen mostrar y entregar al caminante que pasa por la puerta de la iglesia, el cadáver del Salvador: “He aquí mi hijo”, parece decir. Otras interpretaciones aluden a que María está a punto de alzar los brazos al cielo para pedir auxilio ante tanto dolor del hijo asesinado. Comienza a levantar las manos al Creador en un gesto de piedad y de misericordia.

En esta escultura religiosa podemos percibir una sensibilidad distinta a la que estamos acostumbrados. Nuestros ojos y nuestro cerebro quiere contemplar algo reconocible y algo más figurativo, como son nuestras esculturas barrocas y llenas de dramatismo que llevan a las prácticas de piedad del creyente y crean un sentimiento que es capaz de disponer al espectador a la oración, y que a simple vista no nos evade la obra de Oteiza. Pero estas esculturas tienen una carga espiritual de gran importancia, son depósitos espirituales y místicos, que aluden a la humildad, al anonimato del seguidor de Cristo y a una reflexión profunda condicionada por la técnica utilizada de formas cóncavas, vacíos, huecos, eliminación de materia,... Pero en definitiva que estas formas artísticas son manantiales de filosofía del arte donde cabe hacer una última reflexión para que cada cual medite en su interior: “Quien ha de llenarse de Dios ha de vaciarse uno mismo”.

jueves, 12 de agosto de 2010

Lo Sagrado Hecho Real

El Museo Nacional Colegio de San Gregorio acoge la gran muestra expositiva de pintura y escultura barroca del 5 de julio al 30 de septiembre de 2010, tras su espléndida acogida internacional en la National Gallery de Londres y en la National Gallery of Art de Washington. La muestra está formada por una serie de obras, esenciales e intensas, que reconstituyen la sutil relación que se trabó en el siglo XVII entre dos artes hermanas, la pintura y la escultura, que colaboraban y rivalizaban entre sí, con un gran virtuosismo técnico, para plasmar con asombroso realismo los temas religiosos. El resultado fue un arte al servicio de la propagación de la fe y de la devoción cristiana.

Lo sagrado hecho real constituye una exposición de referencia, por la belleza de sus obras, por reconstituir el diálogo y la rivalidad entre escultores y pintores del siglo XVII, por contextualizar el imaginario católico español en un ámbito tan sensible como el de la devoción y los rituales, y, finalmente, por su teatralidad persuasiva, que inspira en el visitante reflexión y sorpresa.


En la España del siglo XVII nació un nuevo tipo de realismo artístico. Tras la Contrarreforma, la Iglesia Católica fomentó un sentimiento religioso fuerte, en la que las imágenes iban a cumplir un papel crucial. Pintores y escultores dedicaron lo mejor de su talento a plasmar figuras sagradas lo más reales y cercanas. Este tipo de realismo no se parecía en nada a cualquiera de los que estaban surgiendo en otros países europeos. El de España era descarnado, crudo, austero y a menudo sangriento, pues su intención era sacudir los sentidos y conmover el ánimo, en definitiva crear en el espectador una sensación nueva que emocionara e impresionara y a la vez condujera a la devoción y a las prácticas de piedad.

A pesar de que los pintores que trabajaron en este periodo, como Velázquez y Zurbarán, siguen gozando hoy de gran celebridad, los escultores de esa época - Juan Martínez Montañés, Gregorio Fernández o Pedro de Mena, por señalar algunos ejemplos- han permanecido más en la sombra. El tipo de escultura que realizaban, tallada en madera y, a continuación, policromada, requería una pericia considerable. De esta técnica resultaron algunas de las grandes obras maestras del arte español.

Durante esta época, los escultores trabajaron en estrecha colaboración con los pintores. De hecho, estos últimos, como parte de su formación, eran instruidos en el arte de policromar esculturas. Esta exposición trata de mostrar cómo este contexto condujo a un nuevo estilo de pintura: un estilo intensamente naturalista que subrayaba la corporeidad tridimensional. Por primera vez algunos de los más brillantes ejemplos de la pintura y la escultura del Siglo de Oro español se exponen en estas salas de manera yuxtapuesta, demostrando cómo estos dos medios de expresión experimentaron una profunda influencia mutua y una intensa.

También es una ocasión para disfrutar de estas creaciones excelentes con una visión desde la fe. ¡Cómo esas creaciones artísticas han sido veneradas por nuestros antepasados! y ante ellas, ¡cuántas velas se han encendido!, ¡cuántas oraciones se han dirigido!, ¡cuántas peticiones se han hecho!,.... por eso os invito a que, si tenéis oportunidad, visitéis la exposición que es gratuita y el horario es de martes a sábado de 11:00 a 14:00 h. y de 17:00 a 20:00 y domingos de 11:00 a 14:00 h. en el Palacio Villena de Valladolid.

Pero, ¡visitadla también con los ojos de la Fe!

sábado, 19 de junio de 2010

Sobre La Belleza



El momento actual está lamentablemente marcado, además de por los fenómenos negativos a nivel social y económico, también por un debilitamiento de la esperanza, por una cierta desconfianza en las relaciones humanas, de modo que crecen los signos de resignación, de agresividad, de desesperación. El mundo en el que vivimos, corre el riesgo de cambiar su rostro a causa de la acción no siempre sabia del hombre, quien en lugar de cultivar su belleza, explota sin conciencia los recursos del planeta a favor de unos pocos y con frecuencia desfigura las maravillas naturales.

¿Qué es lo que puede volver a dar entusiasmo y confianza, qué puede animar al alma humana a encontrar el camino, a levantar la mirada hacia el horizonte, a soñar una vida digna de su vocación? ¿No es acaso la belleza?


La experiencia de lo bello, de lo auténticamente bello, de lo que no es efímero ni superficial, no es accesorio o algo secundario en la búsqueda del sentido y de la felicidad, porque esa experiencia no aleja de la realidad, más bien lleva a afrontar de lleno la vida cotidiana para liberarla de la oscuridad y transfigurarla, para hacerla luminosa, bella.

Una función esencial de la verdadera belleza, de hecho, ya expuesta por Platón, consiste en provocar en el hombre una saludable "sacudida", que le haga salir de sí mismo, le arranque de la resignación, de la comodidad de lo cotidiano, le haga también sufrir, como un dardo que lo hiere pero que le "despierta", abriéndole nuevamente los ojos del corazón y de la mente, poniéndole alas, empujándole hacia lo alto. La expresión de Dostoyevski que voy a citar es sin duda audaz y paradójica, pero invita a reflexionar: "La humanidad puede vivir --decía-- sin la ciencia, puede vivir sin pan, pero sin la belleza no podría seguir viviendo, porque no habría nada que hacer en el mundo. Todo el secreto está aquí, toda la historia está aquí". Se hizo eco de sus palabras el pintor Georges Braque: "El arte está hecho para turbar, mientras que la ciencia tranquiliza". La belleza golpea, pero por ello mueve al hombre hacia su destino último, lo pone en marcha, lo llena de nueva esperanza, le dona la valentía de vivir hasta el final el don único de la existencia. La búsqueda de la belleza de la que hablo, evidentemente, no consiste en una fuga irracional o en un mero esteticismo.



Con demasiada frecuencia, sin embargo, la belleza de la que se hace propaganda es ilusoria y falaz, superficial y cegadora hasta el aturdimiento y, en lugar de sacar a los hombres de sí y abrirles horizontes de verdadera libertad, empujándolos hacia lo alto, los encarcela en sí mismos y los hace ser todavía más esclavos, quitándoles la esperanza y la alegría. Se trata de una belleza seductora pero hipócrita, que estimula el apetito, la voluntad de poder, de poseer, de prepotencia sobre el otro y que se transforma, rápidamente, en lo contrario, asumiendo los rostros de la obscenidad, de la trasgresión o de la provocación en sí misma.

La auténtica belleza, por el contrario, abre el corazón humano a la nostalgia, al deseo profundo de conocer, de amar, de salir hacia el otro, hacia más allá de sí mismo. Si aceptamos que la belleza nos toque íntimamente, nos hiera, nos abra los ojos, entonces redescubrimos la alegría de la visión, de la capacidad de comprender el sentido profundo de nuestro existir, el misterio del cual somos parte y del cual podemos obtener la plenitud, la felicidad, la pasión del compromiso cotidiano.

Juan Pablo II, en la Carta a los Artistas, cita, en este contexto, este verso de un poeta polaco, Cyprian Norwid: "La belleza sirve para entusiasmar en el trabajo, el trabajo para resurgir" (n.3). Y más adelante añade: "En cuanto búsqueda de la belleza, fruto de una imaginación que va más allá de lo cotidiano, es por su naturaleza una especie de llamada al Misterio. Incluso cuando escudriña las profundidades más oscuras del alma o los aspectos más desconcertantes del mal, el artista se hace de algún modo voz de la expectativa universal de redención" (n. 10). Y en la conclusión afirma: "La belleza es clave del misterio y llamada a lo trascendente" (n. 16).


Estas ultimas expresiones nos llevan a dar un paso adelante en nuestra reflexión. La belleza, desde la que se manifiesta en el cosmos y en la naturaleza hasta la que se expresa a través de las creaciones artísticas, a causa de su característica de abrir y ampliar los horizontes de la conciencia humana, de llevarla más allá de sí misma, de asomarla al abismo de lo infinito, puede convertirse en un camino hacia lo trascendente, hacia el misterio último, hacia Dios.

El arte, en todas sus expresiones, en el momento en el que se confronta con las grandes interrogantes de la existencia, con los temas fundamentales de los cuales deriva el sentido de vivir, puede asumir una validez religiosa y transformarse en un recorrido de profunda reflexión interior y de espiritualidad. Esta afinidad, esta sintonía entre camino de fe e itinerario artístico, se confirma en un incalculable número de obras de arte que tienen como protagonistas los personajes, las historias, los símbolos de aquel inmenso depósito de "figuras" --en sentido amplio- que es la Biblia, la Sagrada Escritura. Las grandes narraciones bíblicas, los temas, las imágenes, las parábolas han inspirado innumerables obras maestras en cada sector de las artes, así como también, han hablado al corazón de cada generación de creyentes mediante obras de artesanía y de arte local, no menos elocuentes y conmovedoras.

lunes, 14 de junio de 2010

La última cima o la posibilidad de decir a Dios




Este documental sobre Pablo Domínguez, sacerdote y decano de la Facultad de Teología de San Dámaso, es ante todo una expresión audiovisual para decir “sólo Dios y nada más que Dios”. El director y actor Juan Manuel Cotelo ha conseguido en éste su segundo largometraje, después del muy sugerente “El sudor de los ruiseñores” (1998), mostrar al Invisible a través de un medio paradójico, este documental a mitad de camino entre la realidad y algo que está más allá de ella. Hay, pues, inspiración en esta película que nos muestra la vida de este sacerdote que no deja de apuntarnos desde su humanidad desbordante al Trascendente cercano y el silencioso hecho Palabra y Presencia.

En la trayectoria de Cotelo esta película es la plasmación de un proceso de búsqueda del lenguaje espiritual. Desde hace tiempo lleva este director creyente buscando un estilo provocador y directo que transparente lo esencial del misterio de la fe de forma actual y significativa, existencial y comunicativa. Por eso lleva años investigando en torno al testimonio en la serie, todavía en producción, sobre los conversos. En este sentido la vida, un fugaz encuentro en una conferencia del profesor y la muerte de Pablo Domínguez fueron una providencial casualidad que hoy da su fruto en esta propuesta.

El carácter testimonial se resalta marcando el protagonismo del propio director-narrador que sale mirando al objetivo y provocando al espectador. Como si para esta comunicación no sirviera esconderse detrás de la cámara y fuera necesario terminar dando la cara como hace Jean-Luc Godard y explota comercialmente Michael Moore. En este caso pensamos que se trata de una clara implicación en el discurso fílmico que pasa a convertirse en testimonio.
Esta perspectiva se acentúa al elegir el tipo de mirada a la vida de Pablo Domínguez. No es una reconstrucción de su trayectoria, ni siquiera de sus palabras. El montaje se articula engranado los testimonios de los otros, la mirada del otro sobre el sacerdote que han querido y que ahora ya no está a su lado. Desde los testigos se reconstruye la vida que se van desvelando como un tesoro escondido. Son siempre testigos parciales a la vez que directos, sus propios padres -impresionantes ambos-, sus hermanos marcados por una especial lucidez, los sobrinos con su sinceridad infantil y un gran rosario que permite un completo recorrido eclesial en el que escuchamos desde un cardenal, un arzobispo o un obispo, a muchos compañeros sacerdotes y un buen número de mujeres y hombres creyentes para los que Pablo fue significativo. Antropológicamente esta reconstrucción de la vida es sugerente ya que de un testigo hablan otros testigos. Así las anécdotas, los gestos, las fotografías y las reconstrucciones nos muestran ante todo a alguien que se siente feliz aunque vive con la conciencia de que no se pertenece y que su destino es primordialmente una misión.

Es aquí donde el personaje se hace alter -Alter Christus dicho teológicamente- que apunta directamente a Dios, que poco a poco se van convirtiendo en el protagonista hacia el que todas las miradas y palabras confluyen. Algunos podrán pensar que esta perspectiva hagiográfica promueve el culto a la personalidad, aunque no podrán negar que comunicativamente es eficaz y responde a las preguntas reales. Otros podrán opinar que el entusiasmo se vuelve un tanto simplista e impúdico, aunque mal que les pese habrán de reconocer que esta sinceridad inocente tiene sabor a verdad. Bastantes dirán que ya no son tiempos para la apologética, en un documental que se presenta como una rehabilitación de la identidad y la misión del sacerdote católico, aunque habrán de convenir que esta aportación tiene carácter de necesaria e incluso de oportuna en tiempos como los que corren.

Sin embargo, lo más interesante es que a través de la vida entregada y generosa de este sacerdote, que poco a poco en la narración se va elevando hasta la última cima, aparece realmente una rehabilitación de la fe como experiencia de verdad, del amor como trasparencia de la bondad, de la vida como inmenso don, de la Iglesia como mesa de amistad fraterna y del mundo como altar del Creador. Ni el director ni el sacerdote son en definitiva los protagonistas, como dice uno de los entrevistados “como Pablo podemos ser cualquiera”.

Aplaudimos, pues, y recomendamos esta propuesta por su valor testimonial y de memoria pero sobre todo porque nos abre la puerta hacia algo que está más allá y detrás de la pantalla y que apunta a eternidad. Con “La última cima” se abre una pista por la que hay que seguir ascendiendo.

sábado, 12 de junio de 2010




RICHARD SERRA. PREMIO PRINCIPE DE ASTURIAS 2010
Si. Para mi si. Para mi Richard Serra si se merece el Príncipe de Asturias. Comienzo con una afirmación muy rotunda estas breves líneas, pero es por todos sabido que es un artista cuestionado por muchos, criticado por otros, ...pero que con sus obras siempre consigue el propósito del arte... mover algo dentro de nosotros. ¿Quién no ha ido al Guggenheim y ha participado de su obra?

Pues eso señores, Richard Serra como muchos otros artistas modernos, vanguardistas, hacen a la gente extremista en sus gustos: o los quieres y veneras como creadores, o por el contrario les aborreces y miras para otro lado cuando están sus creaciones presentes. Eso es arte, el mover a la gente algo en su interior, el provocar reacciones,... el hacer que la gente tenga opinión y sea critica de gusto por lo que tu haces.

Richard Serra se lo merece como tantos otros, por revolucionar el arte, por adaptarse a su tiempo y ser capaz de ofrecernos obras de arte distintas, obras de arte en las que nos impliquemos,... obras de arte para nuestro disfrute y contemplación.

jueves, 10 de junio de 2010

Un "Tesoro Escondido"




El pasado mes de abril, colocando unos cantorales y rastreando en la Biblioteca Histórica del Seminario Diocesano, me encontré, como si de un milagro de la divina providencia se tratara, con un librito pequeño. Estaba al fondo de una estantería, medio roto y mal conservado a causa de haber perdido las tapas originales. Pero cuál fue la sorpresa: ¡era un ejemplar de la 1.ª edición del Tesoro Escondido del reciente declarado Beato P. Francisco Bernardo de Hoyos! En vísperas de la Beatificación un hallazgo de inmensa importancia que no se sabe hasta ahora cómo llego a parar a la biblioteca del seminario. El ejemplar está editado en Segovia en 1734, tan solo un año antes de morir su autor, que aunque no lo escribió, sí lo dictó. Es una edición divulgativa y poco cuidada, pero no por ello menos elegante y devocional, con alguna estampa del Sagrado Corazón del año 1937 y 1964 en su interior, fechas de total fervor popular a los Sagrados Corazones.

El ejemplar ha estado expuesto en el Seminario durante estos meses y volverá ha exponerse con motivo de la fiesta del Beato Padre Hoyos.

El "arte" de evangelizar.

En todas las épocas y culturas la religión y creencias populares han sido tema predilecto para la expresión artística en todas sus modalidades. El cristianismo no escapa a esta norma, y por ello encontramos a lo largo de los dos mil años de existencia toda clase de muestras de devoción plasmada en la expresión artística. Pinturas con escenas bíblicas, esculturas de personajes devotos o composiciones musicales relacionadas con la espiritualidad fue la moneda común durante siglos expresado a través de las artes. Más allá del propio sentido artístico, podemos indicar que las artes han sacado el Evangelio de las iglesias para llevarlo a lugares públicos y ser contemplados por muchos testigos.


La reflexión es que la expresión artística fue y es idónea para ser usada con fines evangelizadores por el atractivo popular que siempre han supuesto, siendo una herramienta idónea para canalizar hacia cualquier sociedad una declaración eficaz del Evangelio.

Arte, comunicación y lenguaje.

El arte es uno de los medios de comunicación. Evidentemente, realiza una conexión entre el emisor y el receptor, el hecho de que en determinados casos ambos puedan coincidir en una misma persona no cambia nada, del mismo modo que un hombre que habla solo une en sí al locutor y al auditor. ¿Nos autoriza esto a definir el arte como un lenguaje organizado de un modo particular?

El arte tradicional estaba obsesionado con la reproducción fiel de la realidad. En los estudios de pintura se dedicaban cuatro años a aprender la técnica del dibujo, y otros cuatro años a aprender la propia técnica de la pintura. Pero la fotografía acabará con todo esto, ahora hay un modo de reproducir la realidad fielmente, y mecánico, al que no se le puede hacer la competencia sino es con el color. Por lo tanto, para que la pintura continúe teniendo sentido, es necesario potenciar el color y romper con la figuración, es preciso encontrar un nuevo lenguaje, la semántica profunda de la pintura y de todo el arte, tratar de descubrir las leyes que rigen la comunicación por signos y figuras, la expresividad de la línea y el color.

miércoles, 9 de junio de 2010

Altamira recibirá las primeras visitas en verano


El Patronato decidió ayer explorar las posibilidades de reabrir la cueva de manera limitada a pesar de que un informe científico desaconseja las visitas por los efectos de la respiración humana

El consejero de Cultura del Gobierno de Cantabria, Javier López Marcano, ha dicho hoy que las primeras visitas a Altamira tendrán lugar al final del verano, una vez que esté instalada en la cueva la tecnología necesaria para medir el impacto de la presencia de turistas en sus pinturas. En agosto podrán entrar los primeros visitantes, ya que está previsto que el grupo de trabajo informe al patronato sobre "el comportamiento de las medidas de control con personas dentro de la cueva" en noviembre.

"Significa eso que ya para entonces habrá tenido lugar la entrada de personas", ha insistido López Marcano, quien ha señalado que será también la comisión la que establezca los criterios para seleccionar a esos visitantes "experimentales", aunque una de las posibilidades es "tirar de la lista de espera".

La Capilla Sixtina del Arte Rupestre tendrá de nuevo quien la visite. Candidatos no faltaban, pero su avanzada edad no aconseja que tenga contacto con la respiración humana ni con la luz blanca. Por eso en 2002 se decidió cerrarla por segunda vez desde su descubrimiento, aunque una réplica, denominada neocueva, construida a pocos metros, seguía abierta a los visitantes. Ayer el Patronato de Altamira dio un paso más para que se quite el candado «con todos los requisitos y garantías para mantener este bien excepcional»: «Es una decisión entre el rigor y el deseo. Hay que tener en cuenta la responsabilidad sobre su conservación, pero también el derecho de visita», asegura José Antonio Lasheras, director del museo.
 
El informe de un grupo de expertos, que se reunirán por primera vez el viernes, será crucial para la decisión final que tome el Patronato. En definitiva, si se puede abrir la cueva a las visitas, cuántas semanas al año y el tope de turistas al día. Desde 1982 a 2002 hubo un régimen limitado de visitas. En la última fase se permitían unas 8.500 entradas anuales. Se establecía el cupo mes a mes según los ciclos climáticos, que oscilaba entre 10 y 40 personas diarias.

La noticia se ha producido tras años de empeño del Gobierno regional, presidido por Miguel Ángel Revilla, que consideraba la reapertura una prioridad: «Cueva abierta ya», era su lema.

Los primeros visitantes podrían llegar a final de año y en Cantabria desean que el primero sea el presidente norteamericano, Barack Obama. La Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria (ADIC) afirmó que la decisión de abrir la cueva de Altamira es «magnífica no sólo para Cantabria, sino para el conjunto de la humanidad». Según ADIC, con esta decisión se culmina «un periodo oscuro que hay que olvidar pronto para pensar en los beneficios que reportará de hoy en adelante». Lo que parecen no tener en cuenta es un reciente informe del CSIC en el que recordaba que el sudor y la respiración de los visitantes causan variaciones de humedad en la cueva, que se almacena en las paredes, lo que ya causó las pátinas verdes que desencadenaron el cierre a principios de la pasada década.

Frenos y cortinas

Precisamente, en dicho informe se señala que sería interesante desarrollar un estudio en paralelo para establecer un posible régimen de visitas públicas, con el fin de reabrirla a la sociedad. Ésta ha sido finalmente la decisión por la que ha optado el Patronato. También sugieren los científicos medidas correctoras para evitar el deterioro, como poner frenos o cortinas en el exterior para que esos nutrientes no penetren hasta las pinturas, y manteniendo el ambiente en el interior lo más estable posible, controlando toda el agua de infiltración, el acceso de renovación del aire desde las puertas, poniendo cierres.... El director del museo aseguran que los miembros del Patronato «conocían y han valorado muy positivamente el estudio».
 
No cree el responsable del museo que esta decisión busque «el tirón turístico, pues el centro recibe cada año 250.000 visitas y el porcentaje de satisfacción respecto a la neocueva es superior al 90 por ciento», corrobora Lasheras. En los últimos ocho años la cifra de visitantes se eleva hasta 2,5 millones de turistas. Fue su éxito, precisamente, lo que causó el deterioro de la cueva, pues en 1973 se alcanzaron las 175.000 visitantes anuales. Así que seis años después se decretó el primer cierre. Además de custodiar estas célebres pinturas y promover su estudio y conocimiento, el museo de arte rupestre viene realizando excavaciones, que afectan al vestíbulo, para saber cómo se produjo el cierre de la cueva, que fue descubierta en 1879. También desarrollan un proyecto en Paraguay sobre este mismo periodo y prestan especial atención a la formación con talleres paralelos en los que participan buena parte de las visitas. Además, de los más de 250.000 visitantes, 35.000 son escolares, los cuales realizan actividades académicas como parte de su recorrido.


250.000 visitantes al año en la réplica

- En 2001 se inaugura el museo, que, desde entonces, ha recibido 2,5 millones de turistas.

- La réplica, que tiene un límite de 190 visitantes a la hora, alcanza los 250.000 al año.

-Sólo el 3 por ciento del público que accede a la réplica se muestra insatisfecho con el resultado.

-La cueva original tenía un límite de entre 10 y 40 visitantes diarios antes del cierre.

-La joya de la corona, conocida como la Capilla Sixtina del arte rupestre, es la Sala de -Polícromos, con un techo que mide 18 metros de largo por 9 de ancho.

-En ella, destacan, sobre todo, las 170 figuras de bisontes datadas en los periodos magdaleniense y solutrense del Paleolítico superior.

-El récord de visitas a la cueva original se produjo en 1973 con 175.000 visitantes.

Richard Serra, Premio Principe de Asturias de las Artes 2010.



El escultor estadounidense Richard Serra ha sido galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2010, según hizo público hoy en Oviedo el Jurado encargado de su concesión.

Richard Serra está considerado uno de los escultores más relevantes de la vanguardia de la segunda mitad del siglo XX por su innovadora visión al integrar los espacios urbanos a través de una obra que invita a la reflexión.


Autor de obras minimalistas y de esculturas de gran tamaño diseñadas para lugares concretos, su técnica se sirve de materiales industriales como el plomo, el acero y el hormigón. Sus primeros trabajos, entre los que se encuentra su obra Cinturones, expuesta en el Guggenheim de Nueva York, consisten en una serie de montajes realizados en neón y caucho. Entre 1968 y 1969 creó cerca de cien esculturas de plomo, entre las que destaca Splashing, una obra que realizó arrojando plomo derretido contra una pared y contra el suelo para que el metal se estrellara antes de solidificarse. En 1981 creó una de sus esculturas más espectaculares, Arco inclinado, para la Plaza Federal de Nueva York; en 1983, la obra Clara-Clara para la Plaza de la Concordia de París y en 1990 instaló Afangar en Islandia.

En España se expone su obra en el Museo Reina Sofía de Madrid, en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona y en el Guggenheim de Bilbao, donde se ubica la obra La Serpiente. Este museo alberga además una obra que el propio autor entiende como la más importante de su carrera, La materia del tiempo. Pese a considerarse fundamentalmente escultor, su extensa producción abarca otras disciplinas, como la obra gráfica y fílmica. A finales de la década de los 60 realizó una serie de películas, entre las que destacan Hand Catching Lead y Hands Tied, ambas de 1968, que se centran en la ejecución repetida y sistemática de tareas sencillas.


En esta edición concurrían un total de 29 candidaturas, procedentes de Argentina, Australia, Austria, Cuba, Estados Unidos, Estonia, Francia, Grecia, Italia, Panamá, Portugal, Reino Unido, Tailandia y España.
Este ha sido el primero de los ocho Premios Príncipe de Asturias que se conceden este año, en que cumplen su trigésima edición. En las próximas semanas se fallarán los correspondientes a (por orden) Ciencias Sociales, Comunicación y Humanidades, Investigación Científica y Técnica, Letras y Cooperación Internacional. Los Premios Príncipe de Asturias de los Deportes y de la Concordia se fallarán el próximo mes de septiembre.

Esculturas de R. Serra en el Gugghenheim de Bilbao

Esculturas de R. Serra en el Gugghenheim de Bilbao

ENCUESTA: ¿Se merece el artista Richard Serra el Premio Principe de Asturias de las Artes 2010?